Conoce
esta nueva forma de compartir información.
Javier Matuk
Los teléfonos celulares
llamados inteligentes no sólo llegaron para quedarse: están ocupando un
importante lugar en nuestra vida diaria y sin importar mucho cuál sea nuestra
actividad, estos equipos se convierten en auxiliares para todo tipo de trabajo
y situación. Son capaces de enviar y recibir datos, textos, navegar por
Internet, descargar música. Nos permiten participar activamente en redes
sociales y hasta a veces nos "sacan del apuro", pues tienen acceso a
diccionarios y enciclopedias en línea.
Por otro lado, los
fabricantes de todo tipo de productos y muchos prestadores de servicios siempre
están buscando nuevas formas de poder comunicarse con sus clientes actuales y
los potenciales. Para eso han usado durante muchos años la publicidad en sus
diferentes presentaciones: desde anuncios en periódicos hasta los más
llamativos banners en populares sitios de Internet.
Todo esto va marchando y
desarrollándose, pero, ¿qué más viene? Sin duda, un nuevo camino para llevar
esta información al consumidor es decirle: “Tú mismo obtenla”, y esto se puede
lograr a través de los famosos códigos QR (del inglés quick response).
¿De qué se trata?
Es algo parecido al
código de barras que tienen todos los productos que adquirimos. En ese caso, el
cajero escanea o pasa junto al lector este código en donde viene el número de
producto (que generalmente es universal), y a través de ese sencillo dato se
obtiene el precio, se descarga de inventarios y otras actividades de registros
de bases de datos que el cliente ni se entera. Todo esto con un simple “beep”,
que es lo que finalmente se escucha en el área de la caja.
Ahora bien, partiendo de
esa base, se inventó el código QR, que lejos de servir para marcar un artículo,
funciona como vehículo para enviar información sobre cierta marca, producto,
evento o servicio. Imaginemos que observamos un anuncio de un concierto que se
va a llevar a cabo dentro de un par de meses. El anuncio tiene impreso el
código y dice “Aquí la info”. Con solo apuntar el teléfono celular al código y
“tomarle una foto” o escanearlo, la información contenida llega al dispositivo
y, por ejemplo, para el caso del concierto, puede contener las fechas y plazas
donde se presentará y esto puede añadirse de forma automática a la agenda del
teléfono.
Múltiples usos
Los códigos QR pueden
ofrecer una razonable cantidad de información, están libres del pago de
derechos (existe un dueño de la patente, pero no la comercializa) y lo mejor es
que cualquiera puede diseñar sus propios códigos, incluso sin costo, a través
de aplicaciones o páginas web. Así, no existe restricción para su aplicación.
Las aplicaciones son
prácticamente ilimitadas. En un catálogo de productos, cada uno puede tener un
código y al momento que el cliente hace un scan del mismo, recibe de forma
electrónica información técnica del producto.
También está la
alternativa del marketing cruzado, que puede aplicarse, por ejemplo, al
adquirir una pantalla 3D. Tras la adquisición, se descargan otras opciones de
compra relacionadas con este producto, como Blu-ray o películas; o bien se
podría descargar la liga para la compra en línea.
Otros posibles usos
pueden ser directamente en la pantalla de la televisión, donde los programas de
concurso, por ejemplo, permitan interactuar con ayuda de estos códigos.
Campañas publicitarias en anuncios externos o espectaculares, tarjetas de
presentación, información adicional en folletos de todo tipo… En el menú de un
restaurante, el código QR puede usarse para obtener la receta de cierto
platillo… Al poder contener direcciones de páginas web, uno de éstos serviría
para dirigir el tráfico al lugar indicado. Por ejemplo, en la etiqueta de un
producto, el código serviría para llevar al comprador al sitio de la firma en
donde se detalla la garantía.
¿Cuál es el futuro del
código QR?
Depende en gran medida si
es adoptado por grandes empresas que lo utilicen de forma masiva y así puedan
ilustrar su uso en campañas publicitarias. Millones y millones de personas
alrededor del mundo están cambiando sus antiguos teléfonos celulares por los
nuevos modelos de smartphones y casi todos incluyen la función de leer un
código de este tipo. Mientras existan contenidos interesantes que escanear,
seguro habrá mucha demanda por el uso de esta forma de comunicación y, claro,
se volverá parte natural de cualquier transacción comercial o solicitud de
información.
¿Llegaron para quedarse? El tiempo lo dirá. Cuando se vuelva una costumbre y el usuario obtenga un poco más que solo la misma información de siempre, seguro que todos querremos escanear más de uno de estos códigos modernos.
¿Llegaron para quedarse? El tiempo lo dirá. Cuando se vuelva una costumbre y el usuario obtenga un poco más que solo la misma información de siempre, seguro que todos querremos escanear más de uno de estos códigos modernos.
pues en japón ya es costumbre desde hace tiempo. no solo para productos, la gente contaba ya con su QR como tarjeta de presentacion. en México ya tiene rato, los vi por primera vez en 2006.
ResponderEliminarmuy interesante,muy relevante.es del tipo de cosas que debemos adoptar para beneficio de nuestra sociedad.y no cosas o costumbres raras que ni nos sirven.ojala que se utilicen en todo el mundo,y para bien....
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